Mirada al Mundo

Informaciones, opinión, el mundo paso a paso. Visto desde fuera engaña, desde dentro ves tu mundo. Y así puedes comentar.

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Lugar: Leganés, Madrid, Spain

Informático jubilado, mayor, leer todo, escribir, gozar con el mundo, gozar con la vida, vivir

03 febrero 2007

¿CREO EN DIOS?


¿ES UNA DUDA ?

No lo sé, creo en un ser principio de Todas Las Cosas, Principio del Estallido Inicial, del que nació la Célula Primigenia, creo, por lógica que debió haber un Inicio ¿Pero cual?

Pues... Todas estas Cosas, digo Cosas, porque no se como decirlo de otra manera, es dios, pero no el de los cristianos ni el de los budistas, ni ningún dios específico, en el que alguien con más o menos imaginación, pretende erigirse en su “Profeta Privado”, con lo que sería el primer ministro de ese reino.

Ahora bien, lo que no creo, y si me gustaría creer, es en el dios que hizo su particular versión de nosotros, sus criaturas, a su imagen y semejanza, con todos los vicios y las miserias en las que nos revolcamos los humanos.

Un dios que nos obliga a hacer miles de cosas, para las que no estamos preparados, que nos limita a estadios, a los que ni siquiera el más triste bicho llega, nos exige una moral, que va en contra de nuestra constitución mental y física.

Un dios que sitúa a la mujer, al nivel de un agujero, en el que poner nuestro sexo, en él que ella no solo no tiene derecho a que la vean, sino que es un deshonor para el hombre que tiene que mirarla, cuando pasa al lado de el.

Otro dios para el que la mujer solo es un complemento, con el que darle placer de todas las formas que él diseñe, vayan o no en contra de su naturaleza, de sus deseos o de sus fines.

Será inacabable, contar todas las aberraciones que los creadores de dios, pretenden imponernos, a veces incluso acudiendo al amor de dios, como premio único y suficiente, otras veces ese amor es solo un chantaje sentimental, para los que necesitan apoyarse en algo intangible, para no desaparecer.

Por eso, me resulta imposible creer en dios, aunque a veces, cuando tengo una necesidad urgente de ayuda mental, cuando necesito pedirle a alguien ayuda para no desesperar, miro a lo alto, y busco algo a lo que asirme, puede ser un ave, o una nube en forma de playa, o la salida del sol.

Existe ese dios, que se ocupa de sus criaturas, que las ayuda, las consuela.... me resulta difícil imaginarle, cuando millones de niños, totalmente inocentes, que ni siquiera tienen la culpa de haber nacido en esta época, mueren no solo de hambre sino de las más degradantes enfermedades.

¿Es plausible un dios? que permite las violaciones espantosas a que unos monstruos someten a niños y niñas inocentes.

Esto me hace lamentar, que no exista de verdad un dios, que, poniendo fin a todas las monstruosidades, lleve a los que lo merecen a vivir una vida digna.

No en la otra dudosa, que nos ofrecen las mil y una religiones absurdas que nos prometen un premio, pero, en la otra vida.

Pero vamos a ver, en esta, hay muchísimos indeseables que por el mero hecho de que tienen dinero viven aquí, una vida Real, que no se merecen en absoluto, mientras otros muchos, muchisimos más, sufren todas las enfermedades, y todas las miserias, a las que no se han hecho acreedores, ya que nadie es capaz de ser tan malvado que merezca, ni una sola de esas “vidas”.

Creo en dios, si pero en un dios que me escucha, que no va a hacer un milagro conmigo, porque su intervención, está limitada a la enorme distancia entre Él y nosotros, pero para el que yo soy importante, yo y muchos millones de YO’s.

Quiero creer en un dios perfecto, porqué, pues porque el Dios que me ofrecen todas las aternativas, o es cruel o injusto o vengativo, o ansioso de dinero para sus profetas, o cuarenta mentiras más.

Creo en dios, sí, pero en un dios perfecto, sin ninguna de nuestras miserias, no a nuestra imagen y semejanza, solo Un Padre, Un Hijo, Un Hermano, Un Amigo.

01 febrero 2007

EUTANASIA



Hoy estamos viendo las noticias de la televisión, y en múltiples ocasiones, están informando de algo que toca de pleno con un problema que hemos visto también en el cine, en la película Mar Adentro de Amenabar, la eutanasia.

Ocurre que en el hospital de Leganés, al parecer han muerto varias decenas de personas a consecuencia de habérseles facilitado dosis excesivas de sedantes a enfermos en estado terminal, después al parecer ni han sido tantos como dicen, y está todo justificado

Los medios de comunicación se han volcado a tratar este tema, enfocándolo cada uno según sus tendencias, pero siempre, sin tener en cuenta el problema de la persona cuya situación es trágica, que, sin esperanza de curación o mejora, solo sabiendo que su final no está próximo, que está sacrificando la vida de los familiares que le cuidan, y siempre sin un horizonte amable.

Que el único motivo de que le obliguen a sufrir, es la postura cómoda y tradicional de una sociedad civil por salvarle ¿De qué? ¿De negarle la posibilidad de no sufrir durante más tiempo?. Pensando más en el impacto que produce en la sociedad, que en los anhelos de los pacientes de vivir o morir dignamente .

O bien de la sociedad religiosa, que pretende salvar su alma, que cree que a lo largo de su tiempo de sufrir, no va a maldecir no solo la hora en que nació, sino de quien le dio una vida, que a más de inútil para él es dolorosa, y no cree en la necesidad de una crueldad tal.

Independientemente de las opiniones, forzadas por sus ideales religiosos o políticos, el hombre es él y sus circunstancias, es decir es la persona y su entorno, y cada uno tiene sus características.

Es por esto, que creo que cada persona tiene pleno derecho a prolongar o no su vida, si ésta le produce un estado intolerable de sufrimiento, y una calidad de vida totalmente inaceptable.

Que cada cual decida como quiere vivir.

Nadie, nadie, ni religiosa ni socialmente, tiene autoridad para disponer de la vida, ni de la muerte de una persona.

ESPANTAPAJAROS


Está en medio de todo el mundo, solitario, y al sol y la lluvia.
Sus pajas ya están grises, perdido el color de la paja nueva, y su sombrero, despareció con la última ráfaga invernal, asoma el palo de su armadura por lo que fue su cabeza, ya no asusta ni a los más tiernos
pajarillos, que lo ven como algo del paisaje, tan natural como la encina solitaria, que sobrevivió a aquel incendio veraniego que asoló el paisaje, dejándola en el paisaje solitario, como una imagen del recuerdo, la gente del pueblo dice que unos pastorcillos encontraron en ella una talla de una Virgen que se les apareció allí.

Pero aquello pasó, y ahora el espantapájaros reina en su soledad, como algo que fue perdiendo una a una sus pajas, y ahora solo es un espantajo, que si bien no es único, ni mucho menos, forma parte de esos innumerables seres, que fueron importantes, útiles, acaso apreciados por sus semejantes en su vida plena.

Esa legión de espantajos, son ahora caducas figuras, patéticas figuras de cabellos blancos y andares vacilantes, que únicamente ellos saben que existen, antes eran merecedores del respeto de sus familiares, y ahora vegetan, en el mejor de los casos arrimados a un hogar que no siendo suyo les da apoyo.

Solo sirven para que los caminantes al pasar junto a ellos arranquen distraídos una paja, para satisfacer un picor inoportuno, quizá alguien en su aburrimiento, piense en los años y los aires que han pasado por ellos, o algún poeta errante cante su tedio comparado, y el espantajo mueva sus brazos de paja agradeciendo su intemporal atención,

Quizá algún retoño humano, al pasar cerca le lance un terrón, no por aburrimiento, sino con el desprecio de lo que ha sido, y sin saber exactamente lo que hoy es.

Solo un pensamiento amable convierte a un espantajo en un ser humano, y le recuerda que a pesar de solo lo que es, tiene una autoestima fácil de herir con la más pequeña espina y un corazón quizá herido que espera descanso

VIVIR


A los veintitrés años Pía Paoli, descubre que tiene un cáncer de Tiroides, el mundo se hunde a su alrededor. Este descubrimiento tiene lugar después de varios intentos fallidos de diagnosis, que le llevan a pasar un tiempo precioso para la curación o al menos el tratamiento rápido de su enfermedad.
Hay muchas novelas que están basadas en temas parejos a este, gente que descubre su enfermedad y se enfrenta a ella, con más o menos suerte, pero la autora descubre que no es tan valiente, ni el tratamiento tan claro como ella había creído. para su problema.
Son diez años, de proceso de unos tratamientos, que la enfrentan en más de una ocasión, con la muerte; La novela es el relato pormenorizado e intimista de una dolencia, aun mal conocida, por lo cual más temida.
Su enfrentamiento con la enfermedad es tumultuoso, unas veces cree en su salvación, luego viene el tratamiento, cruel y destructivo inicialmente, doloroso y aterrador siempre, y largo tiempo para pensar y para una introspección dolorosa y atenazante, que la hace pasar del mas tremendo y lúgubre pesimismo a la alegría desbordante en los momentos de mejoría.
Problemas familiares se unen a los penosos de su enfermedad para hacerla recorrer todas las escalas de sufrimiento.
El gran mérito de este libro, no es otro que la sencillez del relato, es una historia de los años torcidos de una mujer inteligente y aguerrida que trata por todos los medios de enderezar un episodio de su vida.
Narrado por la autora-protagonista, es un libro de desalientos y desventuras aderezado con pasos adelante, y esperanzas.
No es un libro espectacular, a mi me gustó por la vigencia de las sensaciones que de el se extraen, y por la forma valiente de esta mujer que se enfrenta a su futuro.
Es un libro para leer y experimentar el dolor sordo de la desdicha.

DOLOR

El dolor es un brillo terriblemente agresivo, va empapando las fibras nerviosas, intentando apoderarse de todas, es el momento que precede a la locura total, luego un espasmo de dolor, que dura menos que un pensamiento, inutiliza por espacio de unas décimas de segundo la sensibilidad, después nada, solo esperar a un nuevo episodio, solo esperar, pensando que es algo inevitable.



Ese punto absolutamente brillante que rastrea el cerebro buscando un punto alejado, frió y oscuro, que le permita absorber ese suplicio, y acallar los gritos de horror de su alma, ese espasmo abre el cuerpo en tiras, y lo reduce a dolor.
Y después la soledad, eres un átomo de nada perdido en la inmensa nada del universo, solo cuenta la pasión de olvidar que existe.

Pero existe el dolor, y peor, existe el recuerdo, y ése mata la sensibilidad, y el saber que está escondido en el transparente infierno de la irrealidad, acongoja el alma porque sabes que vendrá otra vez, y la barra del dolor abrirá tu cintura, la ensanchará, creará un camino helado, que absorberá todas tus fuerzas, te consuelas pensando que será breve, pero esa brevedad permanece entre dos segundos y es interminable.

Y crearás una infinita barra verde, tras la que esconderás tu pensamiento dolorido, y allí encogido en una mano blanca, que con sus dedos de niebla acariciará suavemente los hilos de tu dolor, se irá aclarando el tiempo y el olvido misericordioso, te permitirá, por unos instantes, por unos dias la dulce paz de la inconsciencia, mientras buscas el milagro de seguir vivo.

HASTA OTRA VEZ

30 enero 2007

EL EURO



Es el precio de una factura de reparación del coche, pero me ha sugerido tantas cosas que lo aprovecho como título

Estábamos acostumbrados los mayores a nuestra denostada peseta que al principio, nos pareció de perlas la idea de perderla de vista, pero eran tantos años, todos los años, nuestros años, que la veníamos usando, o mejor sufriendo, pues siempre se nos quedaba corta, que empezamos a considerarla como algo consubstancial con nuestra vida.

Nos hacía ilusión el cambio, pues todo cambio inicia en nuestra mente un proceso de conjeturas, cambiar la peseta por otra moneda, en principio nuestra costumbre se apunta a la novedad. ¡Que ilusión! No dar las cantidades en la forma de siempre, pensar que las cosas cuestan distinto, decir “tantos euros”, por no sé que cosa.

Cuando empezaron a remitirnos tarjetas para la conversión, listas, para acostumbrarnos a la nueva forma de valorar nuestras compras, todo esto nos parecía que al cambiar nos íbamos a hacer más jóvenes, más modernos, porque a mucha gente mayor nos parecía esta novedad un lujo, al que teníamos acceso por vivir en esta época crucial.

Todo el proceso político de decidir en que forma nos había de afectar, como se iba a llevar a cabo, ¡Qué extraño nos parecía! Estaban decididos a modificar profundamente nuestras vidas, porque eso ha sido en definitiva lo ocurrido, al menos en nuestro pequeño entorno doméstico.

¿Cuánto son 2.000 pesetas?, nos preguntábamos, y todavía hoy, que ya han pasado varios meses nos seguimos preguntando. ¿Cuantas pesetas son 12.000 €?Aquí ya influye el monto de la cantidad mucho, pues ahora sabemos que 1.000 Ptas. son 6€ con suficiente aproximación, pero... cuando la cifra es algo grande, nos vuelven las primitivas dudas.

¿Porqué este problema? Porque son muchos años apreciando las cosas por su valor en Ptas., y ahora nuestra calculadora interna se pregunta cuantas de las monedas antiguas que si conocíamos valen las cosas en nuestra flamante moneda, y necesitamos la comparación, para ver si lo que vamos a pagar está de acuerdo con los patrones impresos en nuestra mente.

Aquí está el quid de la cuestión, necesitamos comparar, si estamos seguros de que el trueque es correcto, de que le verdadero valor de la cosa en cuestión es el valor verdadero que estaba impreso en nuestra tradicional mente de mayores, pero no, esto seguro que sea solo un problema de mayores, sino simplemente que la gente joven tiene más ligereza en su cambio de esquemas.

Si la comparación es rápida, y el resultado aceptable, nuestra lámpara roja de alarma nos avisará que la transacción es correcta y nos enorgulleceremos de nuestra habilidad con el cálculo, y nuestro rechazo al cambio se verá sensiblemente reducido.

¡Hemos vencido al euro!

ACONTECE



Acontece

En una tarde plana de otoño, en la que los acontecimientos, han huido de nuestro entorno, nos sentimos vacíos de contenido como un libro en blanco, en el que aun no se ha puesto nada interesante.

Es el momento en que la mente como una nube gris, nos somete a la lucha por el no hacer nada, una lucha que nos fatiga a fuerza de pensar en lo que nos rodea, y en el plano mental la nube nos impide visualizar las posibilidades que tenemos de emplear nuestro tiempo-esfuerzo en cambiar de panorama.

Una tarde así nos enreda en sus celajes depresivos y nos impide disfrutar de las incontables emociones a que podríamos estar sometidos, si encontráramos un paisaje de los infinitos que nos rodean, la naturaleza por ejemplo podría llenar el hueco, pero no estamos en condiciones de rodearnos de ella, solo nos tenemos a nosotros como recurso.

En una tarde así solo podemos pasar y repasar la nube que nos rodea sin tener en cuenta que somos los únicos dueños de nuestros ensueños, pero ya vamos por mejor camino, ya vemos el principio de la alborada, se tiñe la tarde de aurora, y nuestra imaginación camina por derroteros de de fantasía.

Buscamos entre nuestros recuerdos y de entre tantos temas estamos prestos a determinar por que cauces va a marchar nuestra imaginación, una vez escogido el temario, nos vamos a nuestra librería y disfrutamos del gozo de encontrar un libro.

Un libro que nos libere de las telarañas del desánimo, el otoño es una buena época para leer, los días en que no podemos hacer casi nada, es un lujo tener a mano, las imaginaciones de muchos autores dispuestos a nuestra mano para convertir las telarañas del ocio en la maravilla de entrar en un nuevo mundo y disfrutar de sus mil paisajes y personas.

Leer es siempre un magnífico recurso para llenar nuestra mente de alegría.