SI VIEJO

Pero eso no es totalmente malo, en la cabeza ya gana la nieve del invierno y mi paso es inseguro, pero es paso, ando, me muevo con trabajo, y mi horizonte es más cercano pero horizonte al fin.

Mi vida es placentera, lenta, meditada y con menos pinchos que antes,

Esos pinchos eran el entorno activo, yo podía hacer el bien, y el mal, si no lo hacía, al menos mis enemigos, mis colaboradores lo tenían en mente y sentían temor.

Mi tiempo es largo y ancho, no hay prisas, puedo pensar más lentamente, y sobre todo, llegar a ver, completa, la imagen de mi recuerdo, en definitiva no tener que forzar la idea para verla más cercana, ya que mi futuro es hoy.

Mi alegría es pequeña, no porque no la sienta, sino que mis ansias tienen un horizonte más cercano, quiero ser feliz hoy, mañana, si llega mi pizca de sorpresa, la disfrutaré, si no, la decepción no será grande, cuento con una reserva de paciencia inagotable.

Puedo estar callado, repasar mi vida pasada, y cambiar el enfoque, incluso darle una apreciación nueva, un detalle, que en un momento pudo parecer crucial, y haya cambiado y ser menos trascendente, quizá mas grato, es como ver una película considerada mala, y apreciar en un claroscuro una imagen nueva, y una clara sensación de placer.

La vida de los viejos (no me gusta mayores, ni ancianos) puede ser y es fruto de lo que han vivido, y en ello siempre hay momentos que merecieron ser ensoñados, recuerdos, que me dejaron un calor dulce y una memoria que merece ser leída y grabada en nuestra mente.

La tierra es vieja y sabia, vieja porque su tiempo no llegó al límite, y sabia, porque siempre tomó lo que le ofrecieron, bueno, ok, malo, pues vivió ese momento y lo utilizó para contrastar, y así durante millones de años, a eso se le llama experiencia esta es la vida de los viejos, muchas experiencias.

PUEDO LEER MI PASADO Y MIRAR CON EXPECTACIÓN MI FUTURO