Vuestros hijos, los hijos de esta generación, os hacen una llamada, pero una llamadacasi siempre de atención, están solos, pero una soledad llena de personas que los cuidan, de juguetes, de televisión, de películas, de buenas comidas y malas comidas, de cantidades ingentes de información. que a veces es de angustia,
Un niño de cuatro años sabe de todo, de matar y vivir, distingue a los que tienen más que él, de los que tienen menos, y el siempre quiere más, tiene que cubrir un hueco muy importante en su vida, no sabe que es lo que le falta, pero es capaz de distinguirlo en sus sentimientos, y se rebela.
Sois autosuficientes, sabéis buscar en vuestra eficiencia el éxito, el padre tiene un trabajo que le permite vivir con holgura, la madre, con el suyo se siente realizada como persona, como mujer, y es feliz, es maravilloso, hasta aquí todo bien.
Tenéis hijos, son estupendos, un poco revoltosos pero... también son muy inteligentes, es encantador como habéis visto como se desarrollaba su identidad, como realizan sus actos con habilidad, llevan su vida sin ningún problema pues vosotros les allanáis el camino de sus más bonitas ilusiones, conseguís que lo blanco sea blanco para ellos, y que el dolor solo sea un bache en su camino...
Pero os hacen preguntas difíciles de contestar, y os salís por la tangente cuando podéis, solo que a veces sus contestaciones a vuestros deseos, son un poquito violentas, a veces también son un mucho sorpresivas, ya parece que saben demasiado bien lo que quieren, pero aun son niños.
Os contestan con una sinceridad que os duele
Como tienen todo lo que necesitan, os piden más, no saben lo que es la ley de la acción y la reacción, y su respuesta a vuestros más dulces acciones, no es respondida con lógica todas las veces, muchas veces se exceden, otras se equivocan, y esto es duro para vosotros.
Ellos critican con dureza vuestra ley, porque no conocen con seguridad vuestros fines, solo saben lo que les gusta y lo que no, y según así os contestan, usando el termino contestar como la rebelión.
¿Son felices? ¿Están satisfechos? No siempre, y este “no siempre”, es lo más frecuente, pero esto no lo veis claro, tiene todo lo que necesita y más, ¿Entonces que pasa, porque así, porque es rebelde, mal educado, egoísta, a veces malvado? Os pide atención.
Y esto ¿Porqué? Porque dedicáis más tiempo a vuestros trabajos, a vuestros negocios, a vuestras diversiones, a vuestros amigos, porque delegáis en otras personas o instituciones vuestro cuidado o vuestra presencia ante vuestros hijos, Me vais a decir, que los queréis mucho, lo sé, pero no os dais cuenta de que ellos necesitan vuestra presencia física, necesitan vuestro apoyo cuando están tristes, necesitan vuestros abrazos, no solo cuando podéis dárselos sino también cuando ellos los necesitan, y esto no coincide necesariamente con la realidad.
No es un reproche, la vida es complicada, la sociedad cada vez necesita más de vuestros recursos, de vuestro tiempo, incluso de vuestro tiempo libre, insustituible para los hijos, he conocido hijos que tenían todo de sus padres, pero los aborrecían, y esto solo es un vago reflejo de lo que los psicólogos piensan, yo no soy psicólogo, pero si tengo muchos años y algunos hijos, y siempre he pensado, que los niños necesitan un beso, muchos besos. pero también necesitan saber hasta donde pueden llegar en sus pretensiones, a veces justas, siempre han de ser justificadas, poniéndose a su nivel, es decir bajándonos de padres e intentando ponernos a su altura.
Pero es difícil averiguar cual es su altura actual, a veces pensamos que lo sabemos, y actuamos precipitadamente, o no actuamos, este es el problema, hay que intuir cual debe ser nuestra actitud, y no siempre acertamos, por eso su rebeldía, pero paciencia y cariño son las herramientas que podemos usar.
Ser padres es más difícil que ser hijos, ellos siempre creen tener motivo para sus quejas.