DE MOMENTO NADA
Esta noche, como todas, fue tarde, bien, mal... pero fue. Me han pedido que escriba, obediente lo hago pues mi voz se hace letras, y después ideas, y después miro lejos y la luz de la tarde, me enseñó que solo la luz cambia, se hace blanca, la luz de observar, roja, luz de soñar estrellas, de fuegos fatuos y de pensamientos malévolos
Si la luz es rosa, rosa de niños, de dulces deseos, de cariños suaves de manos pequeñas, entonces aparece el amor materno, es total, no mira atrás a ver si hubo tristeza, solo ve el presente, que el pasado es de meses, de horas felices y enjambres de flores en vuelo buscando la miel del pecho materno, y saboreando la seguridad de ser querido.
La luz fue naranja, fue sueño de tardes, de sol bajo y sombras largas, si quieres soñar ya no es tiempo, si quieres vivir sin meditar es el instante único en que no habrá recuerdos falsos, ni visiones amargas, solo un presente luminoso que desea ambrosía, vivir con el cuerpo, y dejar que el alma vague sin deseos conscientes, que el tiempo no pase tan rápido que nos permita ensoñar.
Luz de soñar estrellas azules, es mía es mi preferida para vivir hacia atrás, vivir sin futuro y sin memoria, aventuras al vuelo de los vientos perdidos, sin límite de tiempo, son sonatas largas al perseguir lo oculto en la memoria, aquello que pasó sin gloria ni olvido, pero dejó su rastro en el alma.
Luego de soñar, vivir, contar, vagar por mi mundo, vendrá por fin el futuro, que nos llegará sin ruido, lento y majestuoso en magnitud, quien sabe que el hasta cuando, no tendrá sentido,