Mirada al Mundo

Informaciones, opinión, el mundo paso a paso. Visto desde fuera engaña, desde dentro ves tu mundo. Y así puedes comentar.

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Lugar: Leganés, Madrid, Spain

Informático jubilado, mayor, leer todo, escribir, gozar con el mundo, gozar con la vida, vivir

20 septiembre 2008

MIRAR ADELANTE


Mayores o más mayores

Mirar la vida por delante es el mejor procedimiento para sobrevivir a los males normales en las edades ya un poco avanzadas, tenemos goteras... y canas, pero eso no es más que el rastro que dejan los muchos años que hemos vivido, eso no es necesariamente negativo, pues bien, si tenemos recorrido un largo camino, es lógico que hayamos pisado muchas piedras, pero también hemos andado por sendas verdes, con hermosos paisajes, que nos ofrecen el consuelo del recuerdo.

Tenemos hijos que no nos visitan tantas veces como quisiéramos, pero tantas alegrías como nos han dado merecen nuestra consideración positiva.

Que nos duele esto o aquello, hay que aceptarlo como la constatación de las cosas bellas que todos hemos disfrutado a lo largo de los años en que aun no teníamos achaques, de aquellos deliciosos años en que todo lo podíamos, nuestra ilusión estaba viva y nuestro cuerpo ágil.

Siempre hay una fotografía de aquel día en que reunidos con nuestros mejores amigos, hemos disfrutado de situaciones infinitamente gratas, también hay hechos que nos recuerdan a amigos perdidos, ellos no tuvieron la suerte de encanecer a nuestra par, y hasta estos recuerdos nos provocan un dulce recuerdo de ellos, que ya no están.

Esto puede parecer ser triste pero en nuestra vida hay que disfrutar de lo bueno para contrastar con lo doloroso, sin embargo esto también es positivo, no hay rosas sin una gota de sangre en sus espinas, y esto nos sitúa en el centro de una vida que si bien no fue totalmente grata tuvo momentos en que la gloria estuvo cerca de nosotros.

Tuvimos una hija que estuvo muy grave y nos causó gran preocupación, pensemos no solo en los sufrimientos, sino en el momento en que repuesta ya de dolencia, la vimos de nuevo al lado nuestro y nuestra felicidad, fue tan grande, que aun con el paso de los años tenemos esa dicha teñida levemente de aquella tristeza.

Tuvimos muchas alegrías que con el paso del tiempo provocan dulces nostalgias en nuestras almas, pues aquello que nos pasó cuando éramos jóvenes también tiene ahora su valor, no como cosa perdida sino como un toque mágico en nuestra actual vida, lo que la convierte en un rastro de pequeñas nostalgias, dulces nostalgias que con su sabor agridulce sazonan nuestra apreciación de las cosas.

Hay maravillosa gente a la que ni los más dolorosos males logran vencer, es admirable y para nosotros ejemplificador, con qué espíritu alegre, si alegre, nos maravillan por su tenaz agarre a la vida, por su constante alegría, alejan de ellos y de nosotros el fantasma del dolor, y su risa aun suena clara en nuestros corazones.

La vida es bella, si nos empeñamos en verla bajo el prisma del optimismo, y sobre el velo de la tristeza y del egoísmo normal en los enfermos, pero eso no dice nada en contra de que veamos lo actual como pasajero y como una faceta que en cualquier momento puede cambiar y ser dulce.

Y esto va para todos ¡Arriba el animo y que la naturaleza nos ayude a ser un poco felices!.

17 septiembre 2008

LOS SETENTA



Nunca me ha gustado dividir mi vida en hitos, pues estos parecen dividirla en etapas diferenciadas y no es así, la vida es un libro en el que las hojas suceden a las hojas.

En las primeras, tienes diez años, ya eres un hombrecito, empiezas a ver que en el mundo hay más cosas de las que te preocupaban, antes todos eran críos, ahora ya hay una nueva especie, que aparentemente se diferencia poco de ti, pero observarás que no es totalmente cierto, se diferencia mucho, ahora ya no se hace lo que tu quieres, ahora importa mucho la opinión de ese segundo ejemplar, la chica, que es como un chico pero más astuta exigente y persistente.
 
En las siguientes, ya son los veinte, empiezas a pensar en las mujeres, ya no en las chicas, antes también pensabas en ellas. pero eras un adolescente y de eso no quiero ni tratar, pues son gente que no sabe ni lo que es, ni donde va, ni donde está en la escala evolutiva, es un conjunto de emociones con los nervios propicios a desatarse, pero he dicho que no quería hablar de ellos.

A los veinte, repito, las chicas se han convertido en mujeres, ya se diferencian más unas de otras, ya pasas de una a otra, ya lo importante no es una mujer, son todas, es un conjunto, que té llena la cabeza de telarañas.

Más adelante a los treinta años, ya debe haber solo una, se acerca el matrimonio.

Sigue el libro de tu vida, a los cuarenta años, ya los hijos empiezan a intervenir, su educación empieza a decirte si lo has iniciado bien o si al contrario, te has equivocado; es la edad de las grandes responsabilidades, es el centro neurálgico de tu vida, es la edad de comprobar si el rumbo de tu vida es correcto, si lo es enhorabuena, eres un genio.

Ya pasado de la mitad, a los cincuenta años, empieza la cuesta abajo, laboralmente dejas de ser rentable, y tus hijos te van indicando, sin palabras, que te vas quedando “atrás”, tu salud te comienza a decir que tus órganos existen, que, donde no notabas nada, ahora tienes un hígado, o unos riñones, o peor aun un corazón, que comienza a variar su ritmo, eso, no es nada... solo te juegas la vida en cada episodio de salud.

Ya pasado de la mitad, ya en el último cuarto, los sesenta años, la Edad Dorada, los hijos ya se han ido de casa, o al menos la mayoría, los viajes de la tercera edad, la libertad de los mayores, disfruta la década, pues es crucial, puede ser un buen periodo de tu vida.

Al final del libro, los setenta años, ya es casi obligado que seas abuelo, estas en el cuarto peldaño familiar, pues tus hijos ya han pasado a ocupar el primero, sus mujeres, el segundo, sus hijos, el tercero, y tu, pues... el cuarto; es la época en la que las goteras suelen quedarse fijas, que le vamos a hacer.

Epílogo, después ya no cuentas no tienes más que un privilegio, si llegas a los cien años, eres centenario.