ADICCIÓN

Hablamos de adicción y eso nos aterra, es entrar en un entorno desconocido en su esencia, que nos domina, nos atrae, y perdemos la libertad, es mirar desde lejos una nube negra, imaginamos, su contenido y nos contrae el alma.

Pero adicción solo es un paso, primero gozamos de placeres no bien definidos, después nos atraen porque imaginamos que ese deseo de ir, es personal y controlado, vamos porque queremos y nos parece perfecto nuestro control.

Empezamos a padecer la llamada incesante e inocente de nuestro apetito, y cada vez se nos presenta como un placer único al que tenemos perfecto derecho y si no vamos, nos parece que es una pena no tomar un fruto que por prohibido pensamos es personal, y nos lo perdemos.

Este ascenso al paraíso es el próximo peldaño, y queremos estar ahí siempre que podemos, a costa de... Y como de momento es bajo el precio, descendemos, solo cuando la necesidad es inmanente, cuando el alma o la mente, o lo que sea, aun nos dice ¡alto, no te la juegues ¡

Este camino empieza a ser cuesta abajo, y cuando lo mantenemos, al pasar, comenzamos a ver lo que dejamos, pero es tal velocidad que nos lleva, que apenas es una ráfaga la visión, casi es una imaginación, al menos eso queremos, no ver.

La bajada es ahora más rápida, y el centelleo de lo que abandonamos, nos hace pensar que no existe,
el placer es ahora egoísta, deseamos todo el placer, el mundo exterior casi no cuenta, la vida de los demás solo es un pretexto que nos atormenta, incluso nuestra propia vida pasada no existe cuando estamos inmersos en ese nirvana, solo las necesidades fisiológicas más inmediatas nos afectan.

Ahora es caída, no bajamos, ahora estamos siempre en caída, y no queremos parar, no podemos parar, nada de lo que hay en el universo merece un segundo de reflexión nuestra, nuestra vida solo importa porque existimos, ahora ya somos adictos, y de ese abismo mental es casi imposible salir solo, tampoco nos importa demasiado.

En ese abismo, hay que llegar al fondo, y desde allí cuesta mucho remontar, es un paso arriba y una caída, y con ese ritmo, solo con ayuda es posible ver la luz del sol.

La última adicción es a INTERNET

EL PRIMER PASO, SE PUEDE EVITAR, SOLO PENSAR QUE EN ESTE MUNDO TODO TIENE UN PRECIO, QUE CUANTO MAYOR EL PLACER QUE TE OFRECEN EL PRECIO ES IMENSAMENTE MÁS ALTO, ¡¡ALTO NO DES OTRO MÁS!!