Mirada al Mundo

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Lugar: Leganés, Madrid, Spain

Informático jubilado, mayor, leer todo, escribir, gozar con el mundo, gozar con la vida, vivir

15 abril 2007

YO NECESITO UN LIBRO



UN LIBRO, PAZ, Y UN RAYO DE SOL
No me extraña que D. Quijote se volviera loco de tanto leer libros, porque la lectura llevada al limite, como cualquier otra cosa, que llevemos a su extremo, puede resultar perjudicial.

El leer afecta a todas las zonas de nuestro cerebro, incluso podemos considerar que también afecta a nuestros sentidos, una lectura nos hace sudar de miedo, llorar, reír, sentir escalofríos de pavor o repugnancia física, hasta llegar a límites insospechados.

Pero también nos puede dar placer, un placer que es el hecho físico de leer, digo físico porque también el tener un libro, o tener muchos libros nos da la sensación de poseer algo importante esa posesión es la producida a los coleccionistas, con la ventaja de coleccionar libros es que además de tenerlos los podemos hojear, bien para enriquecer nuestra mente, para disfrutar con el placer de trasladarnos a otro tiempo y espacio, o simplemente para recordar placeres pasados disfrutando de ellos.

He de tener siempre un libro preparado para leer, y me gusta que sea interesante, si no lo tengo, me parece que me falta algo importante, es una carencia que me hace sentirme mal.

Yo necesito un libro para sentirme satisfecho, aunque no esté leyéndolo, aunque tenga otras actividades igualmente interesantes, pero el solo hecho de saber que en cualquier momento, puedo tomarlo y disfrutarlo, me llena de ilusión, y me apena cuando oigo a alguien decir, que ha leído un libro una vez, pero como algo casual y anecdótico.

Mis alas y mis pies son las hojas de mi libro
mil hojas son un vuelo,
y otras mil un caminar,
y mi ruta son los cielos,
y mi aventura es andar
por los senderos de gloria.
Y mi gloria es caminar
Y mi camino es el viento
Y mi ruta son palabras
Y mil palabras un sueño

PAIS


País, su país, es todo lo que le queda al hombre y de lo que no le puede nadie despojar mientras está vivo, puede ser grande, pequeño, rico o pobre¿ Qué más da? Pero sin embargo es lo único que engrandece su corazón, no quiere saber de ideas, solo una y fija, que todo lo que tiene, se lo debe a su país, es su punto de partida.

No solo es su nación, sino el suelo del que nació, la esencia de su vida está fija en cada uno de los pedazos que lo conforman, tiene eso sí, muchas partes, pueblos, venas que unen cada uno, que llevan la sangre de sus gentes de un sitio a otro, pero eso si, todos llevan la misma, aunque pretendan crear diferencias que solo existen en su imaginación o en su codicia.

Un país con su muerte y su presencia
Se mira en el espejo de los siglos,
Y ve su espalda que encorvada inicia,
El desierto camino de su inercia.

Éste que piso, se muere sin amigos
Fue poderoso y dictó su sentencia,
Arrojó pueblos de su pueblo, y dijo:
"EN MI JAMAS SE PONE EL SOL".

País inacabado,
Duro como el carbón de sus montañas
Diamante negro que alienta sus fuelles
¡Témplate!. Y saca de tus entrañas
el espíritu ardiente de tus dioses.

Calienta tus murallas
Con el calor de rojos corazones,
Salta el Pirineo, vuelve a Europa,
Y recoge la simiente de tu "Emperador Primero".

Modela tu cultura,
Y dile al mundo que el país no muere
"Porque el arco iris de sus ideas
se torna blanco en el crisol de sus deberes.

LOS NIÑOS DE LA GUERRA


Los niños de la guerra son inocentes, pero llevan la muerte, son niños obligados a creer que la muerte es un juego, y lo juegan.

Son niños sin infancia pero con un fusil, que olvidaron jugar, olvidaron vivir sin odiar, pero odian sin saber odiar, pues no hubo en su vida una pausa para reír sin saber porque, para tener el juguete universal, un palo y una cuerda, con los que entretejer sus sueños.

Ahora muerden las balas con sus dientes de leche, para ahogar el dolor, y muerden el futuro que no tienen.

Han creado niños inocentes-monstruos, que matan por nada, y viven por nada, y que sobreviven, porque un día va después de otro, y van viviendo su futuro de un día, sin pasado y sin futuro.

Cuando un niño de la guerra mata a otro u otros con su metralleta ¿Es culpable de homicidio? OBVIAMENTE NO, le han enseñado que vivir o morir no es importante, solo lógica, si otro muere él vive.

Si en alguna parte del universo hay ALGUIEN que juzga, no tendrá la más mínima duda, de que estas vidas forzadas, estos niños sin alegría, caminan sin horizonte y solo sobrevivirán cuando en alguna parte del mundo, otros hombres sin más interés sobre ellos que sacarlos del polvo de las batallas de adultos, y enseñarles a ser niños otra vez.

Les metieron en sus pobres cerebros de cuerpos desnutridos, a golpe de hambre y abandono unas pautas de conducta tan aberrantes e injustas, en las que lo que era normal, había cambiado, la vida es muerte, lo blanco es negro, la piedad es debilidad, y la lucha lo único que les merece halagos, y la competitividad, llevada a sus extremos más crueles, es su código principal de conducta, terroríficamente eficaz, en el entorno salvaje que los rodea.

Es una deuda que tendremos con esa generación de pequeños grandes desdichados que pasaron del biberón al fusil, sin tiempo para jugar su vida, solo para sufrir la locura de los Señores de la Guerra.

Estos Señores de la Guerra, que pongo en mayúsculas, para forzar la identificación de lo más despreciable que ha criado el mundo actual, después de los traficantes de esclavos que ensombrecieron los siglos pasados.

Éstos, que capturaron lo más puro del mundo, la inocencia de los niños, con engaños, pues les ofrecieron apagar el hambre de tiempos con comida, les dejaron caer en el pozo sin futuro de la guerra, pero no era la guerra de los niños, que siempre era inocente, un juego, en la desdicha más tremenda de la guerra entre hombres, viles, sin conciencia.

Que todas las maldiciones de la humanidad, y de los dioses, caigan sobre sus corazones corruptos e inmisericordes, capaces de destruir lo más bonito del mundo, los niños, que son nuestro futuro y nuestra aportación a un mundo mejor.

SIC

MÚSICA PARA MAYORES


Una forma de vivir la vida, para todos, pero en este caso, la música es una nueva manera de ver la vida cuando esta ya se inclina hacia el lado final, en este tiempo en que tenemos cierta tendencia a ver la vida a través de un velo triste.

A mí, hay veces que estoy pensando en como sería la vida si el tiempo diera un salto atrás, entonces busco una música que me lleve a través del tiempo, me doy cuenta de que necesito oír algo de Mozart, recurro a él en infinidad de ocasiones, es mi músico preferido.

Es moderno, joven, optimista y sobre todo genial, su música en general, salvo como es lógico, maravillosas excepciones, es brillante, expresiva, vital, y me lleva a los tiempos en que era joven, me levanta el ánimo y acompaña mis pasos, por el seco sendero de la tristeza hacia los campos abiertos, cubiertos de verde en que el animo se abre y la música de Mozart me cambia.

Cuando el ánimo es claro y alegre, recurro a la Suite Iberia de Albéniz, es increíble, fluida y llena de escenas optimistas y sonidos nuevos, parece sorprendente lo actual que es cualquiera de las partes de la Suite, de entre todas la que más me gusta es Granada, alegre, exultante y llena de la gracia.

Hablar de música es como hablar de la gloria de disfrutar de los placeres, pues hay para todos los estados de ánimo, adecuados para sintonizar con todos los espíritus, para los fuertes, está Wagner, fastuoso, áspero, vigoroso, luchador, guerrero y sensual.

Para los espíritus frágiles, o para los momentos caídos, para ellos está Chopin, armonioso, dulce, entra en el alma suavemente, se cuela por los intersticios del alma llenándola de calor delicado, al piano por Artur Rubinstein, es algo único, va calando lentamente, y nos va llenando de dulce éxtasis hasta que llegamos a no ver, solo, oír, solo aspirar el perfume delicado de los Nocturnos, o la alegría olorosa de la Balada.

Se puede uno sumergir en la música sin ser consciente de lo que está pasando hasta que de pronto se rompe en un final glorioso, dulce, sensual, dependiendo de cual sea el estado de ánimo.

En El Cascanueces de Chaikowski, vamos entrando suavemente en el dulce escenario de la obra y va emergiendo de ella el candor, y la alegría dulce del baile, hasta que nos vemos en el torbellino de la danza sin poder salir de ella hasta que el autor termina con la partitura, si pasamos a la suite del Lago de los cisnes, la maravilla se convierte en luz, y es el sonido que nos llega de todas partes, y nos vemos inmersos en la tenue dulzura, y nuestra alma desparece, se funde con el lago y nos sumerge en su dulzura.