ATERDECER NUEVO
ABIERTO
El hombre está abierto al universo, es una frasee que se me incrustó en el cerebro, y me persigue, ¿Es cierto?. Pero esto ¿Qué es?
El universo está abierto al hombre, el
universo le brinda la inmensidad de sus secretos que él apenas comienza a
discernir, su cerebro es potente pero mínimo, en comparación con el acervo de
los conocimientos pendientes de asimilar.
Cuando echamos las redes de nuestra innata
curiosidad, recogemos los frutos de nuestra cosecha en forma de intuiciones
apenas discernibles, que solo sirven de base para nuestras investigaciones
posteriores.
El hombre está abierto al universo porque su
mente curiosa trata de navegar por los abismos mentales de sus misterios, son
abismos mentales, porque solo con una mente abierta a las corrientes del
universo, seriamos capaces de vislumbrar
los límites más próximos del conocimiento.
Hay hombres que tienen su mente especializada
en descubrir las finas hebras de lo que al echar nuestras redes quedo prendido
en su urdimbre, estos hombres de fina mentalidad son capaces de sacar
conclusiones de estos hilos abstractos, y convertirlos en ideas que el resto de
los hombres pueden incorporar a sus cerebros y desarrollar, hasta llegar a
conclusiones que suponen un salto en los conocimientos adquiridos con el
esfuerzo de unos pocos elegidos.
El universo, pleno de ideas de todas clases,
es la fuente inagotable de la que todos los hombres sacan conocimientos, los
unos, espejos brillantes en los que unos pocos privilegiados recogen las
imágenes maravillosas de su arte, otros escuchan e interpretan las melodías
diáfanas que rebotando en las corrientes estelares, son capaces de encender los
rincones más recónditos de sus almas.
Otros, con capacidades descriptivas iluminan nuestras almas con sus
paisajes, que entretejen sus ideas mostrando las alfombras maravillosas,
interpretadas por su pasión por los paisajes mostrados por enjambres de
estrellas y cúmulos de mundos que girando entre las ráfagas de polvo cósmico
inunden el espacio con su música irreal.
En definitiva se trata de un intercambio de
conceptos entre el hombre y el universo que dan lugar a modificaciones mutuas
que enriquecen y cambian constantemente los millones de factores que llevaron
al universo a su estado actual.
El eterno cambio hace que el entorno hombre
universo se entremezcle y dé lugar a la fuente de conocimientos que iluminan el
sendero humano e interactúan con sus neuronas, desarrollando incontables
mezclas de datos, ideas, imágenes y fantasmas, que a veces son útiles, pues reflejan
en sus brillantes superficies los clamores intensos de las ideas geniales.
Cuando una idea es el espejo de otra que yace
enterrada en el inmenso mar de nuestro cerebro, entonces este busca la
correlación entre ellas y nace una idea que puede ser brillante o solo un
duplicado imperfecto, de la otra.
Al fin de entre los billones de neuronas
aparecen dos que están enlazadas por caminos enrevesados, puede crear un sentimiento, que nos hace
vacilar de nuestra cordura, pues es totalmente desconocido para nosotros y no
parece posible que sea hijo de nuestras elucubraciones, por lo extraño y poco
afín nuestro.
Tenemos que tener cuidado con nuestro cerebro
pues nos puede jugar alguna mala pasada.
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