MENTIR POR OFICIO
Si mentir es malo, hacerlo por oficio es terriblemente malo, es convertir la mentira en herramienta, pues esta persona, por definición, hace lo que todos creen su trabajo, pero su categoría, tambien por definición, es hacer el bien por los demás, y uno siempre que le oye, entiende que está cumpliendo su misión.
Cuando habla siempre promete a los que le escuchan algo, por lo menos aceptable, que dice estar dispuesto a realizar, claro, en un futuro más o menos próximo; aquí empieza a actuar como lo que es, metiendo ideas muy claras, que no va a realizar, en los que le escuchan, que le creen porque dice, que es un honorable trabajador en beneficio de sus compañeros; en el futuro cuando ya le han apoyado, ideas que se van diluyendo como un terrón de azucar en agua, conforme se desliza el tiempo en pos la ya realidad.
No es derrotismo, es experiencia, desde la más antigua “antigüedad” algunos hombres, muchos hombres, muchísimos hombres, engañan a sus “compañeros”, tuercen sus vidas, cambian sus destinos, y ... los enseñan a mentir.