COMUNICACIÓNES

Nuestro libro es una forma de comunicación, la escrita, pero hasta eso, han pasado muchas cosas, y se ha hablado de comunicación.

Se ha hablado tanto sobre la comunicación, que ya no queda aparentemente nada que decir, pero a pesar de todo, hay algo que me ronda por la cabeza, vamos a ver.

El primer hombre del grupo que vivía en aquella caverna, se despojó de las pieles de oso que le cubrían y salió al amanecer para satisfacer sus necesidades fisiológicas y se encontró con un pequeño bulto envuelto en pieles depositado en la boca de la cueva.

Como quiera que esto no era lo usual por la mañana, se quedó perplejo, lo toma en sus manos, no peligro.

Solo lo mira, pero no es capaz de sacar ninguna conclusión.

Coge el hueso de mamut que tiene para su defensa, y lo blande por encima del bulto, del bulto sale un quejido, el hombre perplejo queda con el bastón en alto, no sabe que hacer.

Nace por primera vez en este ser, la necesidad de hacer algo distinto.

Se vuelve hacia dentro de la caverna, y lanza una voz, para llamar la atención de sus compañeros de caverna, y les muestra el hallazgo.

El ser humano ha descubierto la necesidad de la comunicación, ya no está solo, antes gruñía para reclamar su derecho a la pieza, pero no era comunicación, era un acto reflejo en defensa de su sustento.

Desde aquel día han pasado miles de años, y la necesidad de comunicarse del ser humano ha variado hasta limites inconcebibles, voces, señales de todo tipo, silbidos, tambores, hogueras, humo, hasta los más sofisticados, la escritura, en piedras, tablillas, pergaminos, papel, cinta magnética, discos magnéticos.

En el hombre, la comunicación, ha sido inherente al lenguaje, y en cuanto éste nació, aquel necesitó decir sus pensamientos a otro u otros; de aquí pasó a necesitar comunicar a alguien sus ideas, si ese alguien estaba lejos, de alguna forma se las apañó para hacerle llegar su mensaje.

De mensaje salió mensajero, que lleva el mensaje, y mensajeros ha habido distintas clases, mensajero a pié, a caballo, en diferentes modos de transporte hasta que apareció un tipo de mensaje, no físico, el telégrafo por hilos, el mismo por radio, y finalmente, lo más sofisticado por Internet.

Igual que los mensajes por correo, que necesitaban un buzón, así Internet también necesita un BUZÓN, y hemos llegado a que los mensajes llegan a un buzón desde cualquier parte del mundo a otra casi de modo instantáneo.

Esta es la más moderna y rápida forma de Correo, hemos llegado a poder mantener una conversación de una parte del mundo a otra instantáneamente por medio del “Chat”, en el que unimos dos teclados de ordenador por la Red, pero aquí no para la cosa.

Lo último en comunicación, por ahora, son las videoconferencias, un sistema por el cual a través de unas cámaras conectadas a unos ordenadores, podemos hablar mientras nos vemos, incluso mandarnos documentos fotografías, planos, música o lo que deseemos, es lo más completo en comunicación.

Bueno, de momento, porque quizá llegue el día que podamos comunicar nuestros pensamientos a distancia, entonces los hombres seremos sinceros, porque no podremos ocultar un puñal en nuestra mente.

Nuestra malvada intención será como una bandera pirata, que en seguida le dice al mundo ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ ATENCIÓN !!!!!!!!!!!!!! un embustero.
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HIJOS DE PADRES

¿Claro está, que van a ser sino?

Dicen las Abuelas de siempre: tiene que tener un padre, pero “El hijo de mi hija mi nieto es, mientras que el de mi hijo, vaya usted a saber” , aunque según van evolucionando las técnicas de la reproducción, “El hombre es una especie a extinguir”, ya que según dicen, excitando con una técnica especial el óvulo femenino se produce una autofecundación que deja al varón fuera del juego.

Pero esto no es a lo que íbamos, sino a las relaciones entre los hijos y los padres cuando ambos son adultos; esta es una fase que reviste importancia,

Nos encontramos con un hijo adulto, generalmente con familia propia, pues la nuestra con el ha cambiado sensiblemente, que tiene sus hijos, con los que le une un especial afecto, a los que educa, casi siempre en desacuerdo con sus padres, pues ha pasado una generación por medio, con unos cambios sustanciales con respecto a la suya.

Por lo tanto, estamos ante una situación bigeneracional, lo cual complica mucho el panorama, tanto de afectos, como de preferencias internas, pues ya no son solo relaciones familiares sino que interaccionan con las que se dan entre los cónyuges de los hijos, y lo propios hijos de estos.

Sin embargo, esto que a veces parece complicar las cosas, siempre nos proporciona una visión mas generalizada y amplia de estas situaciones, lo que beneficia nuestro umbral de percepción.

Siempre hay que tener en cuenta esta doble relación, hay que ver como afecta cada uno de nuestros actos, a los de otros, como reaccionan ante nuestros deseos los afectos de los otros, que pasa cuando uno de los deseos de los hijos, ante la diferencia generacional, choca frontalmente con los nuestros, siempre hay que hacer aflorar ante ellos la tolerancia que nos proporciona nuestra mayor edad, frente a su impetuosidad juvenil.

Los padres mayores, siempre añoramos el cariño de nuestros hijos cuando eran jóvenes, entonces dependían de nuestra solicitud, de nuestra especial dedicación y ahora queremos ser nosotros el objeto de la suya, pero esto es muy difícil ahora pues su vida está ya formada en dos frentes, el nuestro, y el suyo, su propia familia, y eso cambia su orden de preferencia.

Ahora tenemos todo nuestro tiempo disponible, y podemos dedicar a pensar en ellos una gran parte y esto a veces nos desazona.

Tenemos que echar mano de toda nuestra tolerancia, de nuestro respeto a sus vidas, y de todo nuestro amor

EL SUEÑO PERDIDO

LOS SUEÑOS NOS DAN UNA CIERTA LIBERTAD
Hay sueños como deseos, y deseos que son sueños.

Hay sueños que buscan alcanzar su meta, nos martillean incesantemente, nos muestran su realidad que la mayor parte de las veces es difusa, imprecisa, no se ajusta a los perfiles de nuestra vida; son sueños que muchas de las veces no tienen un camino real, son mezclas de retazos de nuestra mente e hilados por las manos incorpóreas de nuestras Parcas.

Ellas, con la impunidad de no ser, van recogiendo trozos de nuestros pensamientos, e hilando a su modo sus ecos impalpables, interpretan como deseos solo los intrincados caminos que cruzan nuestro cerebro, y nos presentan unas imágenes, a veces incomprensibles y a veces inaprensibles o simplemente nubes sin forma.

Otras veces son tan intensos los deseos que marcan de forma indeleble en ese enorme arcón donde guardamos los sueños, aquellos que tienen sentido y vigencia, son sueños reales si se les puede llamar así, sueños que nos traen a la conciencia, personas o sucesos amables, o monstruos y desventuras vividas.

En realidad siempre los deseos son algo que convertimos en objeto de nuestras ansias, los deseos son, o han, sido simiente, que nuestra vida han llenado y a veces se convierten en ilusión, que es la realización suprema de nuestros deseos.

Un sueño pasa a ser deseo cuando su realización pasa por una fase en la que los conceptos aludidos en el sueño se apartan tanto de la realidad que no podrían ser asumidos por la mente consciente, por que son solo sueños sin fundamento ni base posible.

Son solo sueños, cuando por ejemplo, tratamos de entender el lenguaje y el mensaje de una estrella fugaz en la noche calurosa del verano, o la ira tenebrosa de un relámpago en plena furia de una tormenta, eso si son solo sueños, por mucho que deseemos realizarlos.

... Y deseos que son sueños, porque su base realizable no es imposible, pero si la oportunidad de su momento final, son sueños realizables en los que los factores que cuentan en consecución nos desbordan, por la gran cantidad de circunstancias que los envuelven, se pueden conseguir y su consecución nos haría tremendamente felices, pero la esperanza que los envuelve es para nosotros una meta, por una parte difícil y por otra parte, soñar con ella nos hace como vivir en ella, nos pone en la tela impalpable de la felicidad apenas entrevista.

Queremos tener deseos que son sueños, porque en ellos encontramos una sutil felicidad que nos hace la vida más deseable, nos proporciona un placer que por corto, excita nuestra imaginación y nos concede momentos inefables de encanto personal, que trasladan nuestra vida momentáneamente a cauces muy gratos.

Uno, quizá el mayor de nuestros deseos-sueños es conseguir que la felicidad, que nos visita de un modo harto fugaz y casi sin dejar rastro de su leve presencia, cambie nuestra vida, y nos dé esa salud o ese cariño esquivo que ni se, estabiliza, ni se aparta definitivo de nuestra vida, y nos mantiene atados ante situaciones que de momento escapan a nuestro alcance.

Soñar es vivir los sueños, es vivir si la conciencia está tranquila, si no, los sueños pueden ser una locura o una tragedia

DIAS GLORIOSOS

Si el sol de la mañana es resplandeciente, y nuestro animo está presto a valorar lo positivo que nos da el alba, entonces decimos que ha amanecido un día glorioso, y es un día glorioso porque el mundo con todas sus sorpresas a veces nos regala la grandeza de una mañana radiante.

Entonces el alma se empapa de luz, y los ojos de sombras dulces, y solo esto nos llena de dorada alegría, que renueva nuestras ansias de felicidad.

Vamos a andar, aunque sea despacio, no importa que nuestro andar sea lento, que el dolor aceche nuestros pasos, solo andando podremos apreciar que sol brilla en los árboles, que la tierra se hace suave a nuestros pasos, que nuestro cuerpo sacude las telarañas del invierno y nos invita a correr por los campos, a saltar los arroyos, y a tomar con las manos la esperanza de que en algún sitio estén nuestras fuerzas retenidas.

Y andando, andando, buscamos la felicidad que nos resta, la paz de los campos y el fragante suspiro de los árboles, importa que en alas de nuestro deseo, el mundo ande más a nuestro ritmo, y que nos permita asimilar nuestras deficiencias.

Y es un día glorioso cuando nuestra sombra es larga, nuestro paso corto se convierte en motor de nuestra fantasía, y corremos a través de los campos, y volamos en las ondas del viento, y en nuestro vuelo vemos como el mundo se desarrolla con su quietud.

Y es un día glorioso cuando el sol nace entre luces, el día calienta nuestros huesos y se oculta en el llano con una aurora de rayos cortados por la noche que se anuncia, días gloriosos hay muchos, tantos como niños nacen y se asoman al mundo, ya con los ojos abiertos deseando desde el primer día de su llegada contemplar y reservarse un lugar en el universo que les promete de entrada toda la gloria de la existencia.

Y también es un día glorioso, cuando un anciano, merced a su afán de mirar hacia adentro, descubre que en su vida, hay mas floren blancas de bien, que negras de infelicidad, y cuando ve a sus nietos como ramas verdes retoñeciendo en hojas llenas de ardor.

Y es un día glorioso cuando miro hacia atrás y veo que no soy el último, que hay más gente en esa larga fila esperando que su tiempo, antes largo, ahora a la vista, responda a sus expectativas más soñadas.

Y HAY TANTOS DÍAS GLORIOSOS QUE MERECE LA PENA SEGUIR SUS PASOS

DIOS CREÓ AL HOMBRE

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, dice la Biblia.
El hombre crea la tecnología a su imagen y semejanza, y la tecnología empezó cuando un hombre observó con su inteligencia nueva que algunas cosas se movían solas, y que además se movían hacia abajo, pero además esas cosas que rodaban, tenían una forma especial, él empezó a aprender a asociar unos datos con otros, y pensó en la forma redondeada que tenían, pero las piedras pesaban mucho, y pensando, pensando, con algo que encontró, llegó a fabricar una rueda, lo demás vino solo, crear un vehículo con dos juegos o más fue el principio que el hombre logró, para que la tecnología le evitase tareas pesadas y repetitivas.

Esto comenzó hace muchísimos años, si la vida media de una generación eran entonces cuarenta años o menos, imaginemos cuantas generaciones han pasado en la tierra, cuantas actividades se han enlazado para ir incorporando, cada vez nuevas formas de someter el trabajo al servicio de la humanidad.

Todo pasó, porque el hombre, y digo hombre, para no tener que repetir hombre y mujer cada vez que hablo, porque ahora metidos en la dinámica de hombre mujer, trabajador trabajadora, médico médica, el hablar se complica, pero volvamos a lo nuestro.

Estimulado por su inteligencia, y espoleado por su orgullo de ser importante, ha conseguido que el mundo se mueva hacia delante, ha conseguido dominar la alta tecnología de las comunicaciones, desde cualquier punto de la tierra se puede interaccionar lo que está ocurriendo en otra.

Ya prácticamente domina la genética, puede clonar seres humanos, no sabemos dónde, pero ya se ha hecho, controla, cuando lo desea, la evolución del medio ambiente, aun faltan muchos pasos para que esto sea completamente cierto, pero sin duda se conseguirá.

Está a punto de conseguir llegar a los mundos del espacio, y situarse en ellos, de momento solo en la Luna ha puesto las huellas de su calzado, pero sigue intentándolo, y lo conseguirá.

La robótica está llegando a reproducir la mecánica del cuerpo humano, de forma que hay aspectos, que para los humanos de a pié, parecen auténticos milagros, todo encaminado a conseguir más tiempo libre para emplear en pensar y disfrutar de otras actividades, pensar, escribir, deportes etc...

Todo empezó cuando una piedra redondeada rodó cuesta abajo ante los ojos inteligentes de un “ homo erectus”, y pidamos a los dioses que el proceso no sea totalmente cíclico, “amen”