INDECISIÓN
Hay muchas cosas que modifican nuestro estado mental, y ese estado a veces no es grato, vemos demasiado cerca nuestros defectos, y eso altera nuestra imagen, antes de esto estábamos, sino contentos, al menos aceptábamos lo que sentíamos.
Normalmente al mirar nuestro espejo interno, vemos manchas y raspaduras que distorsionan lo que nosotros pensábamos que era solo nuestra imagen, pero... ¿Cómo podemos restaurar ese error?
¿Qué no somos lo suficiente sinceros? Es que siempre dejamos una bala en la recámara, por si algo falla.
¿Nuestra cordialidad, lleva detrás de la sonrisa una ceja levantada? Quizá no abrimos del todo nuestros brazos, ante una persona próxima.
La solidaridad que damos ¿No ofrece el cien por cien, y da solo el ochenta? Tememos ser mal entendida nuestra prodigalidad.
Ante una pregunta ¿Damos dos soluciones contrarias? Por no saber o por no comprometer nuestra postura.
Nuestro problema es no saber, pero eso tiene solución, no podemos tener el absoluto conocimiento, pero si podemos acercar posiciones.
Cuando no deseamos comprometer nuestra postura, es algo tan personal que tiene difícil decisión, y ello comporta quizá un futuro riesgo.
LA DECISIÓN EN SI MISMA SIEMPRE ES DIFÍCIL.