Mirada al Mundo

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Lugar: Leganés, Madrid, Spain

Informático jubilado, mayor, leer todo, escribir, gozar con el mundo, gozar con la vida, vivir

29 enero 2008

COPIAR


Hemos copiado en los exámenes, y esto era malo, malo porque engañábamos a los demás, y malo porque nos engañábamos a nosotros.

De mayores, hemos copiado actitudes, hemos copiado buenos o malos ejemplos, y siempre ha supuesto una decepción, porque nunca los resultados han sido, ni con mucho lo que esperábamos, a lo sumo han sido un relámpago de éxito que han dejado un estela de humo maloliente y resentido.

Cuantas veces en la juventud, tomamos un actitud, que nos parece atrevida y solo es insolente, o imaginamos una valentía que solo es osadía.

Copiar es apropiarse de algo con “fines de lucro”, bien sea en lo intelectual como en lo material, pero siempre es tratar de estafar a alguien, siempre es un robo.

Pero copiar algo que ha salido de nuestro corazón o de nuestro cerebro, pero siempre algo íntimo, es el peor pecado, copiar un pensamiento, es quitarnos una parte de nuestro yo, copiar una frase es copiar una pequeña parte de nuestro trabajo.

Escribir es, cuando lo podemos hacer, una descarga emocional, del que escribe, también, es un acopio de fuerzas que plasmamos en nuestro escrito, por lo tanto copiar algo que el autor ha hecho con su esfuerzo y su ilusión, es también un robo con alevosía, porque hasta que no está consumado el hecho, y el hecho se consuma con la publicación fraudulenta de lo plagiado.

No quería usar la palabra “plagio” porque no me parece que represente exactamente el hecho, es como el hurto, hurto es cuando la cantidad robada es pequeña, pero a lo mejor esa cantidad es importante para quien lo ha sufrido, así me ocurre con “plagio” , que me resulta leve cuando lo que se plagia es un producto intelectual, cuyo parto ha sido penoso, y cuyo resultado es incierto.

Por ello cuando alguien roba ideas, tratando de aprovechar su situación momentánea, para sacar un provecho de algo que no solo no es suyo, sino que además pertenece como todo trabajo de creación al acervo de la humanidad me parece, al menos degradante para la persona que lo ejerce.

No se si lo copiado, según reconocimiento expreso del autor, ha sido de unas pocas hojas, o de todo un libro, pero lo que es totalmente inadmisible es que trate de descargar su culpabilidad en los hombros sufridos de un ordenador, me parece, como se dice ahora, “muy fuerte”.

Señora, señorita, caballero, no nos copie, sea sincero/a