Mirada al Mundo

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Lugar: Leganés, Madrid, Spain

Informático jubilado, mayor, leer todo, escribir, gozar con el mundo, gozar con la vida, vivir

17 agosto 2006

CONTRADICCIONES



La especie humana es una eterna contradicción, lo que es malo, a veces apunta en la dirección equivocada, y puede parecer bueno, y lo que es bueno, nos enseña la oreja mala a poco que pensemos en ello, es un lío, pero un lío con visos de laberinto sin salida.

El hambre es mala, la hambruna terrible, hay pueblos que padecen estas desgracias, y mueren a millones cada año, sin que nadie importante, con posibilidad de solucionarlo, mueva un dedo.

Hay países ricos, con inmensas posibilidades, con inextinguibles recursos económicos, que mueren por el exceso de comida, por superabundancia de comodidades, por falta de hambre, mueren por enfermedades derivadas de estas no-carencias, alto colesterol, triglicéridos, glucosa, obesidad mórbida.

Por aburrimiento, destrozan sus vidas, y mueren ahítos de drogas, se puede argüir, que los drogadictos, no tienen fáciles recursos, si nos trasladamos atrás unos años, cuando para comer malamente había que trabajar muchas horas, la clase trabajadora no tomaba drogas, regresaba a casa por la noche tan cansada de trabajar … que solo tenía tiempo de descansar en la cama para reanudar el trabajo al día siguiente.

En aquella época, se tomaba droga solo en las clases elevadas, en las que el dinero sobraba, y la molicie también, hoy la gente que trabaja, que tiene inquietudes, que su meta es realizarse a través del progreso del conocimiento, no se droga.

En la baja Edad Media, había una enfermedad que solo los Reyes y los Señores Feudales padecían, y lo llamaban “el mal de reyes “, era la gota, un mal producido por el consumo exagerado de carne roja, alimento casi exclusivo de los reyes y príncipes, y bebidas alcohólicas, a las que eran enormemente aficionados, y de su falta de ejercicio, que conseguían a base de encargar los trabajos denigrantes, a sus siervos

Los súbditos, que se alimentaban casi exclusivamente de los vegetales y pollos que ellos mismos producían, no tenían ese tipo de males, de lo que se quejaban amargamente.

La eterna contradicción, enfrenta a personas que mueren miserablemente de hambre, con aquellos que por tener demasiado se encuentran con las más terribles enfermedades.

Quizá algún día, año o quizá nunca, porque los intereses lo frenen, se logre entender que en el punto medio entre el hambre y el consumo alocado, está la solución a este terrible problema.

16 agosto 2006

LOS VIEJOS DEMONIOS





Con el paso de los años, en nuestra conciencia más recóndita, se van guardando hechos más o menos significativos, unos buenos; otros, los más, malos; tanto más malos cuanto más acomodaticia sea nuestra conciencia, o peores nuestros instintos.

Otras veces son resultado incierto, de nuestras más inciertas reacciones, quizá las menos confesables, son resultado de intereses, que en su momento fueron válidos, pero que más tarde, nos han demostrado ser desintereses interesados.

Se guardan en ese desván, de nuestra memoria, incontrolado totalmente, del que asoman en los momentos menos oportunos o deseables, en forma de fantasmas o demonios.

Fantasmas, cuando se limitan a contemplar nuestro desvelo, no nos amenazan más que con su presencia, son los de más frecuente aparición, los más abundantes, y que se esconden con un manotazo mental de nuestra voluntad.

Los fantasmas que aparecen en las esquinas de nuestro cerebro, nos hacen guiños unas veces traviesos, otras malvados, según sean ridículos fantasmas de nuestra vanidad, de nuestra envidia, o malignos emisarios de nuestros más feos instintos.

Los Viejos Demonios son peores, se aposentan en nuestro cerebro, se sienten en corrillo, y con sus viejas y sarmentosas manos, gesticulan, mientras sus resecas y renegridas lenguas, machacan nuestros sueños o nuestras velas.


En las largas noches del invierno, cuando el sueño se resiste a visitarnos, entonces aparecen los taimados Viejos, primero nos traen a la memoria, sucesos recientes, en los que no hemos estado acertados, o en los que nuestros hechos no han sido afortunados, o bien pequeñas desgracias, fácilmente solucionables, que ellos mezclan con nuestros viejos recuerdos.

A estos lo llamo mis Viejos demonios.

Unas noches soy capaz de auyentarlos, pero otras se aposentan en mi mente, y me martillean con insistencia, y el sueño, que primero se resistía a venir, ahora se me niega totalmente.


Entonces se produce un fenómeno que los técnicos en sueños llaman DuermeVela, en los cuales la mente aparece dividida en dos estratos, perfectamente diferenciados.

En el más profundo están los Viejos Demonios, están martilleando la conciencia con unos hechos repetitivos, sin sentido, sin lógica pero que aparecen con una realidad difusa, y de la que no te dejan salir a menos que abras los ojos en la oscuridad, sabes que si lo lograses, estos desaparecerían, pero cuesta mucho abrirlos, por que te pesan los párpados.

Cuando al fin después de muchos intentos lo consigues, los Viejos desaparecen, dejando paso a una oscuridad amable, en la que si puedes evitar cerrar los ojos, de nuevo, terminas por conciliar el sueño.

Entre los Viejos Demonios y los Fantasmas, las noches de la gente mayor se ven densamente pobladas, pues a estos se unen los recuerdos, próximos y remotos, amables o menos amables, y la necesidad de menos horas de sueño, junto a un horizonte mínimo.

Nuestras expectativas están dentro de los próximos diez años.

Ésto lo llevo diciendo desde el año 1.985






MATRIMONIO Y CONVIVENCIA



Cuando una pareja decide compartir su vida de alguna de las formas en que esto se lleva acabo, parece lógico que intenten visualizar lo que va a ser en el futuro, su vida en común.

Pero esto está muy lejos de la realidad, en principio la institución del matrimonio, está un poco desacreditada, y no es aquella hipocresía del "contigo pan y cebolla".

En principio, suponer que dos personas que solo se conocen por lo que cada uno intenta hacer ver al otro, que normalmente es lo mejor que tiene, lleva incluido un gran riesgo, de cara a la convivencia, de dos en el mismo espacio.

Después, lo más difícil de una pareja es sobreponerse a las disensiones con la realidad de lo que debía ser y lo que es, no porque lo primero fuera necesariamente mejor, sino porque el espejismo de lo deseado, se nos aparece como el bien mayor.

En el campo el cielo parece estar más cerca de nosotros que en la gran ciudad, sabemos que no es cierto, pero nos gusta la ilusión que se produce; quizá lo que ocurre es que miramos con otros ojos lo que queremos que sea.

Yo me casé enamorado de la que hoy es mi mujer, no porque fuera la mejor, sino porque fue capaz de despertar en mi una ilusión, que había perdido paulatinamente durante lo años de mi adolescencia, no voy a decir que fui el más desdichado de los jóvenes de mi época pero tampoco fui el más afortunado.

Cada tiempo tiene su forma de enfocar las cosas, entonces nuestras jóvenes estaban educadas, para ver a los hombres en lo más refinado del machismo, el hombre había de ser, ante todo hombre, si además era inteligente, pues bien, si incluso era buena persona, pues vale, pero ante todo debía ser alto, fuerte, y guapo.

Entonces, lo más importante, no era ser, sino parecer ser.

Un hombre era lo que aparentaba, por lo que todos nos empeñábamos en ser lo más altos, elegantes y ricos; no obstante a la hora de la verdad, cada uno valía lo que valía y todos un poco menos de lo que aparentábamos.

Una mujer era tan decente, en principio, como parecía, y solo la ceguera natural de los primeros días, te hacía ver un hada en cada mujer, más adelante las cosas se iban situando en su justo sitio, y te enterabas si te había tocado un primer premio, o solo la pedrea.

El sistema de emparejamiento humano, era esto, una lotería, durante el noviazgo, que podía durar varios años, en mi caso ocho, en teoría servía para irse conociendo, pero esto era muy aproximado, pues al llegar al matrimonio, no sabíamos casi nada de la persona con quien íbamos a compartir una vida.

Compartir una vida, es vivir cada uno con los defectos del otro, todos los días de cada año, y apreciar sus afectos.

También, es disculpar sus errores, sus desatenciones, y su forma de ver las cosas, cuando estas se enfrentan con nuestros valores, arraigados.

Es comprender, que también es una persona con sus fallos, sus numerosos defectos y sus pequeñas miserias.

Si dos personas que apenas se conocen, apuestan por vivir juntos sus vidas, y lo consiguen, es porque Dios, o Alá, o Buda, o Quién Sea, a veces, se ocupa de que algunos de los millones de gusanos que llenan este planeta, coincidan y sean un poco felices.

Es un triste error suponer a los hombres, y mujeres, en posesión de la Eterna Sabiduría, para no errar al elegir su pareja, me suena a Castigo Eterno, demasiado largo para unas criaturas que terminan sin remedio.

Por esto o por lo que sea, nosotros, hemos sido dos-uno, que pueden convivir durante cuarenta y siete años, y seguir amándose.

13 agosto 2006

EL OCHO


Titulo: El Ocho
Autor: Katherine Neville
Editorial: BSA 2003

El día 4 de Julio de 782 D.C., Carlomagno convoca a sus nobles y les
muestra una obra de arte formada por un tablero de ajedrez de un metro de lado, hecho en oro y plata, cada cuadro lleva grabadas unas leyendas e invocaciones sagradas, que descifradas en su totalidad, darían a su poseedor poder sobre todo el mundo y sobre las artes de los alquimistas ocultos; estas creencias son el motivo de este libro.

Las piezas de alrededor de 15 cm. de altura, hechas de los mismos materiales que el tablero, además llevaban incrustadas piedras preciosas, y su magnificencia, indicaba su origen indio y persa, provenían de unos setecientos años A de C, estas figuras, según los eruditos, tienen en sus movimientos, un código de conducta, y están regidos por unas fórmulas matemáticas, establecidas según los más grandes sabios de la antigüedad.

Este tesoro llegó a Francia donde estuvo escondido durante mil años, en el Monasterio de Montglane, donde permaneció oculta hasta que estalló la Revolución Francesa, que puso en peligro el tablero, y la Abadía construida por Carlomagno, sobre la que pesaba una maldición que llegaría hasta el fin de los tiempos.

El fin del juego tiene que ver con la conquista del poder supremo, a través del ocultismo.

Al comienzo de la Revolución Francesa, la abadesa repartió las piezas entre las monjas que se dispersaron por el mundo, en secreto sobre su destino, y las aventuras que todas pasaron enlazadas por con los personajes más elevados con sus particulares ambiciones, Carlomagno, Napoleón, Robespierre, Catalina la Grande y sus intrigas palaciegas, junto con otros, Voltaire, Newton, y grandes maestros de todas las ciencias y artes.

El ansia de poder que se desprende este ajedrez, lleva a una gran cantidad de personajes a recorrer el mundo entero, buscando a través de leyendas, rumores, tradiciones y formulas.

Las piezas, cambian de manos, por medio de asesinatos y eventos de todo tipo para conseguir el poder que emana de las piezas.

El libro es una gran historia, muy interesante que nos traslada de una época a otra, rápidamente, saltando para recorrer con maestría los distintos aconteceres.

El libro exige una atención pormenorizada y dada la cantidad de hechos que recoge, y la intensidad de la trama, hace que pensemos en la complicación, pero cuando le cogemos el ritmo, nos introduce en un mundo fabuloso, que se mueve y arrastra, creando unos vínculos con los personajes, que durante mucho tiempo nos llevará a pensar y saborear las maravillosas incidencias de “EL OCHO”, que por cierto es la octava casilla del tablero de ajedrez de Carlomagno.

LIA SIGUE



Lía sigue sigue creando su vida, dirigida por una maravillosa mente rebelde, su proposito es claro y definido, vivir el día, y ampliar su
horizonte, que ya no es pequeño, quiere alojar en sus manos el espíritu libre de los animales, para ello los captura, si, y después los analiza con el espíritu curioso de un genio, los comprueba, los toca completamente como un escultor su obra.
Y almacena en su memoria las cosas nuevas que encuentra, y está su memoria bien organizada, sabe todo lo que puede de ellos, y en su jardín zoológico en miniatura, los cuida, ve lo que comen, y a veces de acuerdo con su orden de prioridades, cuando tiene una nueva especie que solo es útil para ser comida de otra, la prepara con una especie de crueldad científica y la utiliza para alimentar a sus criaturas.
No encuentra especies repulsivas, para ella, todos son animales útiles, todos son bellos, todos merecen su atención completa, cualquier bicho repelente, lo coge con cuidado, lo acaricia y como dijo una vez ante la visión de un insecto extraño, negro, todo patas y antenas, “mira que ojitos tan preciosos tiene”, todos los animales le interesan, es una maravilla su interés por ellos, a lo mejor después los abandona, cuando ya no le enseñan nada.
Dice que va a ser veterinaria, se la ve más como bióloga, su interés es más técnico, su afán es conocer, y lo sigue, pero es rebelde, tiene a su modo un método de investigación y lo sigue, pese a quien pese, alguien la quiere aconsejar, y surge el muro de su voluntad, de momento quebrantable, pero a la larga será un filtro impasable.
Solo tiene ocho años, pero ya me tiene entusiasmado su fijeza de objetivos, sigue su camino, contra los obstáculos, es encantadora, tiene genio y la veo preciosa, ¡!!!CLARO SOY SU ABUELO!!!!