VER Y SOÑAR

Cuando miro a los ojos del mundo no me aparecen solo unos ojos, veo como en una película millones de caras cada una con una expresión, no hay dos iguales, y mi espíritu se acongoja, porque parece una película de terror.

Todos me están observando, unos con ira, que estremecen mi alma, los otros con cieno en la mirada, están intentando desaparecer en la nube de caras, ¿Por qué? ¿Es que solo existen con los demás? Son ojos de delito, su cara se ensombrece, el cieno los va invadiendo y parecen salidos de una nube cargada de fuego.

A la izquierda hay un grupo de ojos blancos, sus caras son de nieve y su pelo es de cobre rojo, hay caras de terror el fuego de sus pupilas ardió y prendió sus cabellos, y el miedo los unió como una flor de hielo.

A fondo hay ojos de caras diminutas, caras de niños incompletos, sin acabar, son no nacidos aun, están esperando a sus almas, y son dulces sus facciones, si es que se pueden llamar así, porque son tan mínimas que parecen esperar al sol para que sus ritos finales de nacimiento finalicen, estos en principio serán puros, no han probado el mundo.

Son muchos ojos, y los más sin expresión, ojos impensados, son la gente a la que nunca vemos cuando se deslizan a nuestro lado Pienso que sus cuerpos son informes, no han recibido la luz que los hará distintos.

Hay unos ojos grises, grandes, fijos abiertos para no perderse, son de un poeta que está guardando sus experiencias para convertirlas en letras, agrupando en poemas que harán que los hombres tengan tiempo de darse cuenta que viven y sienten cuando la música les afine el espíritu

HAY QUE BEBER SUS LETRAS PARA ALCANZAR EL CIELO

HAY QUE VIVIR SUS VIDAS PARA PODER SOÑAR