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22 febrero 2007

HIJOS DE PADRES




¿Claro está, que van a ser sino?

Dicen las Abuelas de siempre: tiene que tener un padre, pero “El hijo de mi hija mi nieto es, mientras que el de mi hijo, vaya usted a saber” , aunque según van evolucionando las técnicas de la reproducción, “El hombre es una especie a extinguir”, ya que según dicen, excitando con una técnica especial el óvulo femenino se produce una autofecundación que deja al varón fuera del juego.

Pero esto no es a lo que íbamos, sino a las relaciones entre los hijos y los padres cuando ambos son adultos; esta es una fase que reviste importancia,

Nos encontramos con un hijo adulto, generalmente con familia propia, pues la nuestra con el ha cambiado sensiblemente, que tiene sus hijos, con los que le une un especial afecto, a los que educa, casi siempre en desacuerdo con sus padres, pues ha pasado una generación por medio, con unos cambios sustanciales con respecto a la suya.

Por lo tanto, estamos ante una situación bigeneracional, lo cual complica mucho el panorama, tanto de afectos, como de preferencias internas, pues ya no son solo relaciones familiares sino que interaccionan con las que se dan entre los cónyuges de los hijos, y lo propios hijos de estos.

Sin embargo, esto que a veces parece complicar las cosas, siempre nos proporciona una visión mas generalizada y amplia de estas situaciones, lo que beneficia nuestro umbral de percepción.

Siempre hay que tener en cuenta esta doble relación, hay que ver como afecta cada uno de nuestros actos, a los de otros, como reaccionan ante nuestros deseos los afectos de los otros, que pasa cuando uno de los deseos de los hijos, ante la diferencia generacional, choca frontalmente con los nuestros, siempre hay que hacer aflorar ante ellos la tolerancia que nos proporciona nuestra mayor edad, frente a su impetuosidad juvenil.

Los padres mayores, siempre añoramos el cariño de nuestros hijos cuando eran jóvenes, entonces dependían de nuestra solicitud, de nuestra especial dedicación y ahora queremos ser nosotros el objeto de la suya, pero esto es muy difícil ahora pues su vida está ya formada en dos frentes, el nuestro, y el suyo, su propia familia, y eso cambia su orden de preferencia.

Ahora tenemos todo nuestro tiempo disponible, y podemos dedicar a pensar en ellos una gran parte y esto a veces nos desazona.

Tenemos que echar mano de toda nuestra tolerancia, de nuestro respeto a sus vidas, y de todo nuestro amor

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