DIOS CREÓ AL HOMBRE

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, dice la Biblia.
El hombre crea la tecnología a su imagen y semejanza, y la tecnología empezó cuando un hombre observó con su inteligencia nueva que algunas cosas se movían solas, y que además se movían hacia abajo, pero además esas cosas que rodaban, tenían una forma especial, él empezó a aprender a asociar unos datos con otros, y pensó en la forma redondeada que tenían, pero las piedras pesaban mucho, y pensando, pensando, con algo que encontró, llegó a fabricar una rueda, lo demás vino solo, crear un vehículo con dos juegos o más fue el principio que el hombre logró, para que la tecnología le evitase tareas pesadas y repetitivas.

Esto comenzó hace muchísimos años, si la vida media de una generación eran entonces cuarenta años o menos, imaginemos cuantas generaciones han pasado en la tierra, cuantas actividades se han enlazado para ir incorporando, cada vez nuevas formas de someter el trabajo al servicio de la humanidad.

Todo pasó, porque el hombre, y digo hombre, para no tener que repetir hombre y mujer cada vez que hablo, porque ahora metidos en la dinámica de hombre mujer, trabajador trabajadora, médico médica, el hablar se complica, pero volvamos a lo nuestro.

Estimulado por su inteligencia, y espoleado por su orgullo de ser importante, ha conseguido que el mundo se mueva hacia delante, ha conseguido dominar la alta tecnología de las comunicaciones, desde cualquier punto de la tierra se puede interaccionar lo que está ocurriendo en otra.

Ya prácticamente domina la genética, puede clonar seres humanos, no sabemos dónde, pero ya se ha hecho, controla, cuando lo desea, la evolución del medio ambiente, aun faltan muchos pasos para que esto sea completamente cierto, pero sin duda se conseguirá.

Está a punto de conseguir llegar a los mundos del espacio, y situarse en ellos, de momento solo en la Luna ha puesto las huellas de su calzado, pero sigue intentándolo, y lo conseguirá.

La robótica está llegando a reproducir la mecánica del cuerpo humano, de forma que hay aspectos, que para los humanos de a pié, parecen auténticos milagros, todo encaminado a conseguir más tiempo libre para emplear en pensar y disfrutar de otras actividades, pensar, escribir, deportes etc...

Todo empezó cuando una piedra redondeada rodó cuesta abajo ante los ojos inteligentes de un “ homo erectus”, y pidamos a los dioses que el proceso no sea totalmente cíclico, “amen”