Mirada al Mundo

Informaciones, opinión, el mundo paso a paso. Visto desde fuera engaña, desde dentro ves tu mundo. Y así puedes comentar.

Mi foto
Nombre:
Lugar: Leganés, Madrid, Spain

Informático jubilado, mayor, leer todo, escribir, gozar con el mundo, gozar con la vida, vivir

15 abril 2007

MÚSICA PARA MAYORES


Una forma de vivir la vida, para todos, pero en este caso, la música es una nueva manera de ver la vida cuando esta ya se inclina hacia el lado final, en este tiempo en que tenemos cierta tendencia a ver la vida a través de un velo triste.

A mí, hay veces que estoy pensando en como sería la vida si el tiempo diera un salto atrás, entonces busco una música que me lleve a través del tiempo, me doy cuenta de que necesito oír algo de Mozart, recurro a él en infinidad de ocasiones, es mi músico preferido.

Es moderno, joven, optimista y sobre todo genial, su música en general, salvo como es lógico, maravillosas excepciones, es brillante, expresiva, vital, y me lleva a los tiempos en que era joven, me levanta el ánimo y acompaña mis pasos, por el seco sendero de la tristeza hacia los campos abiertos, cubiertos de verde en que el animo se abre y la música de Mozart me cambia.

Cuando el ánimo es claro y alegre, recurro a la Suite Iberia de Albéniz, es increíble, fluida y llena de escenas optimistas y sonidos nuevos, parece sorprendente lo actual que es cualquiera de las partes de la Suite, de entre todas la que más me gusta es Granada, alegre, exultante y llena de la gracia.

Hablar de música es como hablar de la gloria de disfrutar de los placeres, pues hay para todos los estados de ánimo, adecuados para sintonizar con todos los espíritus, para los fuertes, está Wagner, fastuoso, áspero, vigoroso, luchador, guerrero y sensual.

Para los espíritus frágiles, o para los momentos caídos, para ellos está Chopin, armonioso, dulce, entra en el alma suavemente, se cuela por los intersticios del alma llenándola de calor delicado, al piano por Artur Rubinstein, es algo único, va calando lentamente, y nos va llenando de dulce éxtasis hasta que llegamos a no ver, solo, oír, solo aspirar el perfume delicado de los Nocturnos, o la alegría olorosa de la Balada.

Se puede uno sumergir en la música sin ser consciente de lo que está pasando hasta que de pronto se rompe en un final glorioso, dulce, sensual, dependiendo de cual sea el estado de ánimo.

En El Cascanueces de Chaikowski, vamos entrando suavemente en el dulce escenario de la obra y va emergiendo de ella el candor, y la alegría dulce del baile, hasta que nos vemos en el torbellino de la danza sin poder salir de ella hasta que el autor termina con la partitura, si pasamos a la suite del Lago de los cisnes, la maravilla se convierte en luz, y es el sonido que nos llega de todas partes, y nos vemos inmersos en la tenue dulzura, y nuestra alma desparece, se funde con el lago y nos sumerge en su dulzura.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio