VIVIR A TIROS

Con dieciocho años perdió la vida a tiros un joven en un lugar de España, esta noticia cambiando los datos de tiempo lugar y motivos, es tan frecuente en nuestro país que asusta y preocupa, a veces y con mayor frecuencia nuestros jóvenes mueren a consecuencia de una riña y alcohol, con arma blanca, que no sé porque la llaman así, cuando la muerte siempre es negra.

La crónica periodística, tiene casi todos los días su noticia negra, o bien es asesinato por arma, blanca o negra, o bien es una sobredosis del castigo del siglo, la droga.

El nivel de vida ha llegado en los países del primer mundo, a unos niveles bastante aceptables, con todo lo digamos del sida, la droga, las guerras, el abandono de los hambrientos, las zonas de hambruna. Nuestro mayor pecado: los no sé si ciento y pico o doscientos millones de personas que no comen.

Pero aparte de esas monstruosidades, hay algo a lo quería referirme, en Estados Unidos, esta permitida la posesión de armas de fuego, prácticamente sin límite de edad, y se calcula que hay un arma de fuego por habitante, y creo que son aproximadamente cuatrocientos millones, o sea cuatrocientos millones de pistolas, fusiles, rifles, metralletas cortas.

En el reportaje de TV, se veían a multitud de padres en campos de tiro, enseñando a sus hijos/hijas a manejar toda clase de armas de fuego, lamentable pero cierto.

No hay límite establecido en cuanto al número de armas que pueda tener una persona, con lo cual tenemos a un número muy grande de posibles asesinos; aunque solo hubiera un 0,5% de personas que por una circunstancia especial, luchas entre bandas rivales, atracos, crímenes pasionales, enfermedades mentales, trastornos transitorios de la personalidad, tenemos dos millones de posibilidades.

Si cada vez que odiamos a alguien, tuviéramos la posibilidad de darle un tiro, por la razón que sea, el número de asesinatos sería horrible, y solo de pensarlo es estremecedor.

Enseñar a nuestros hijos a dialogar con armas de fuego, en lugar de inculcarlos el diálogo, parece demencial, porque se han dado casos, no muy raros, en los que han fallecido padres, madres abuelos, hermanos, todo por una equivocada o no muy clara motivación, o un deseo no satisfecho, justificado o no.

Que una persona disponga libremente de las vidas de otras personas, que pueda arrebatar la vida y el futuro, que pueda sumir en el horror a familiares de alguien que no ha hecho nada malo, que ha suprimido de la humanidad a una persona que pudiera haber llegado a dar al mundo un invento o un pensamiento imprescindible para la vida.

No permitamos que la muerte se instale en nuestras vidas y nos vuelva asesinos.