SOBRE LAS GANAS DE HABLAR

BREVE ANOTACIÓN SOBRE LAS GANAS DE HABLAR

Hay un tipo de dolencia que no tiene nombre, solo es una manifestación de un estado especial, de una desgana de la cual no sé el nombre, pero que es común a muchas personas mayores, no tienen ganas de hablar.

Esta desgana de hablar tiene unas causas que lo motivan, una es la falta de interés por lo que le rodea al anciano, esta se da en la gente que siendo, muy mayor, demasiado mayor, lo que le rodea le tiene tan al margen, que ya no desea ni exponer sus opiniones ni que se las expongan, no desea ni hablar ni oír hablar, este es caso extremo.

A veces se da el caso de personas que al no poder oír, es decir en casos de sordera total, las personas que la padecen, tienen una acusada tendencia a retraerse, es lógico, no oyen, luego tienden a aislarse de lo que no perciben, la vida no es grata para ellos, lo ideal es atajar la causa para que desaparezca el efecto.

Hay gente mayor que en su vida, se han dejado llevar por la timidez, y eso les ha conducido siempre a no hablar por no molestar por no encontrar alguien que los estimule y les haga hablar, a veces se desarrolla en ellos un no hablar por no equivocarse.

La gente mayor, al menos bastantes, no hablan porque su, o sus contertulios están acostumbrados ha hacerlo de un solo tema, esto es típico y tópico, hablan de lo único que conocen bien, de su pasado, sus ”batallitas”, ¿Es esto normal? Pues, si, pues su memoria se quedó parada en lo que le ocurrió en el pasado, la memoria de los mayores y aquí no quiero emplear la palabra “viejo”, por miedo a que suene como peyorativo, como despectivo, cosa que no sería en ningún caso, pues esta palabra designa unas personas que pasaron a una época en la que no son ni demasiado mayores, para ancianos y demasiado mayores para ser maduros, pues bien estas personas, por lo general conservan una memoria precisa de lo que los ocurrió.

Es típico en ellos que recuerdan con una exactitud pasmosa hechos ocurridos durante su servicio militar, o recuerdan con facilidad las fechas de nacimiento de todos sus descendientes, pero, no recuerdan lo que les pasó ayer, en los círculos en que se mueven ellos, esto es natural, y hay muchos que no han llegado a ese tipo de regresión y se resisten a intervenir en una conversación, en la que un solo interlocutor, habla, siempre de los mismo de “su batallita”.

Esto no es, ni intenta ser una crítica, solo un intento de explicar lo que se ve, o lo que ocurre en los círculos de la gente mayor.

La gente mayor de esta generación, proviene en gran medida del campo, son gente que se vino a la capital, porque en sus lugares de origen no había porvenir, y muchos se contentaron con trabajar para comer, o no se contentaron con eso, sino que simplemente no tuvieron otra alternativa, trabajar para comer, o mejor para sobrevivir.

Estos ahora mayores no tuvieron ocasión de intervenir en la vida social o política, no tuvieron tiempo ni recursos para leer periódicos, y ahora, unos hablan de sus batallitas, y otros no hablan porque no les interesa oír otra vez determinado tema, se aíslan, por no molestar a los oyentes.

Reconsiderando, es natural, que en un circulo de mayores unos hablen y otros escuchen, y por la misma razón, unos no hablen, y otros no escuchen, eso pasa hasta en Congreso de los Diputados, así que no será tan malo.

Ganas de hablar, debía ser ganas de enseñar, esa debía ser la actitud de los mayores, pero... la mayor parte o no tienen nada que decir, o están encerrados en una concha, que les ha creado su entorno, y no quieren intervenir ya en el mundo que les rodea, y como son viejos prefieren esperar que pase el tiempo.

Por suerte para la humanidad, aun quedan muchos mayores que piensan que es una pena que se pierda ese tesoro de conocimientos y experiencia que adquirieron a base de vivir muchos años y atesorar infinitos recuerdos, y nos pasan esta carga de sabiduría contrastada por el paso de los años.

La humanidad avanza gracias al esfuerzo de estos hombres y mujeres especializados en innumerables aspectos de la académica y la humanística, de la sociología y la ciencia aplicada a todos los aspectos de la vida