AVENTURA

Aventura, es vivir algo distinto al normal acontecer de nuestro entorno.

Cada vez que leemos un libro nos metemos en la piel de sus protagonistas, somos capaces de ser hombre, mujer, bueno, malo, triste, alegre, hambriento, testimonio, diablo, malvado, en fin cada uno de los seres que habitan este libro.

Por eso vivir un libro, es incorporar a tu mente, cada uno de los hechos, cada uno de los pensamientos hilvanados por el autor, sin que esto suponga dejar de ser tu mismo en todo momento, y juez involuntario de las hazañas que lo integran.

Un libro, una aventura, que disfrutamos capaz de dejarnos entrar en el tejido verosímil o inverosímil de su trama, que juzgamos de manera consciente según los hechos, e inconsciente según la calidad humana de sus protagonistas.

Vamos pasando páginas, que nos van llevando por los senderos intrincados de los acontecimientos, de una manera suave o violenta según lo sean los hechos que nos presenta el autor, este deambular es la aventura, a la que incorporamos nuestro juicio o nuestra fantasía.

Cuando empieza, a veces el inicio es impreciso, no sabemos muy bien si lo que andamos es grato o solo incierto, más tarde se van definiendo los términos de nuestra andanza, y la trama que se teje a lo largo de la lectura nos empieza a enganchar, ya formamos parte de la aventura y la aventura va formándose en nuestro interior, ya somos protagonistas o mejor personajes reales de la misma, ya nos agrada o disgusta como se desarrollan las cosas, y nos erigimos en autores de la obra, la modificamos mentalmente, acoplamos su moral a la nuestra o su contexto a la que nos hubiera gustado.

Una vez metidos en el desarrollo de nuestro libro, vivimos sus acontecimientos, y estaríamos leyendo sin pausa hasta el final; cuando interrumpimos la lectura, una parte de nuestra mente se queda prendida en el entorno del libro, hasta que la realidad se impone, y ponemos los pies de nuevo en la tierra.

La gran ventaja de un libro es que desde el principio conocemos íntimamente a todos los personajes, y nos incorporamos a ellos captando sus personalidades individuales, es la magia de ser a la vez protagonista y actor secundario, vivimos cada una de las vidas, y somos, por nuestro conocimiento la vida conjunta de todos ellos.

Otra vez viviremos la aventura de escribir un libro.